Estilo

Cómo mejorar el Qi ambiental de los dormitorios según el Feng Shui

Cuáles son los colores ideales, qué evitar en las
habitaciones y cómo disponer los muebles para lograr un buen
descanso.

Por Patricia Traversa
Directora del Centro de Feng Shui Profesional
Creadora del Método Feng Shui con Decodificación Ambiental

Los dormitorios albergan nuestro mundo más íntimo. En ellos pasamos horas vitales: casi un tercio de la existencia, y es por esto que el Feng Shui le da gran importancia a su calidad energética.

En los dormitorios guardamos objetos de uso diario y personales, se comparten momentos íntimos con la pareja, y los niños y adolescentes se nutren con experiencias de autonomía y conectan con su individualidad. 

Mientras dormimos estamos más vulnerables y, frecuentemente, las personas manifiestan levantarse cansadas, sin la energía necesaria para enfrentar el día. Desde el Feng Shui podemos intervenir en varios aspectos para mejorar al máximo la calidad ambiental.

Existen factores que hacen que los dormitorios a veces no sean tan saludables como deberían. Por ejemplo, la presencia de tecnología. La contaminación electromagnética que irradian los aparatos cuando están muy cercanos a la cabecera de la cama puede generar falta de descanso reparador.

Photo by Sonnie Hiles(Unsplash)

En tanto, la elección del color es un aspecto que ayuda a regular el Yin-Yang de los espacios. Los dormitorios deben generar un predominio de energía Yin que propicie el descanso físico y mental, lo cual se logra usando colores suaves y pastel en las grandes superficies, como son las paredes y las cortinas. Son recomendables el beige claro, los verdes, azules y rosados en tonos pastel o el blanco con tintes cálidos. En tanto, los colores Yang como son el rojo, el uva, el turquesa, el fucsia o el verde podemos usarlos para los objetos más pequeños como un pie de cama, adornos o fundas de almohadones.

Una clave que no falla para proporcionar serenidad, sensación de amplitud y elegancia es elegir una sola paleta cromática que contraste con el neutro del ambiente. Por ejemplo, decorar en tonos uva, rosado y visón, turquesa, celeste y azul, o verde agua, verde musgo, verde tuna.

Por supuesto que en los dormitorios de los niños pequeños se podrán introducir colores más vibrantes, si hay un sector lúdico. Pero, si queremos que realmente se relajen y concentren hay que mantener bajo control el estímulo visual y las dosis Yang.

Además del color, será fundamental chequear el orden, la limpieza, la aireación diaria, la distribución de los muebles -en especial la ubicación de la cama-, el estado del colchón y las imágenes que decoran.

Photo by Minh Pham (Unsplash)

La ubicación de la cama es un aspecto fundamental a tener en cuenta: hay que observar que el área de la cabecera no quede expuesta a energías hostiles o pesadas como pueden ser las vigas del techo o salientes que apunten hacia ella, ya que producen desarmonías energéticas y están simbólicamente relacionados con presiones. 

Lo ideal es ubicar la cama paralela a las ventanas y poder ver la puerta de ingreso para que nada genere sobresaltos.  

En cuanto a la presencia de espejos en la habitación, es importante que no reflejen la cama ya que rebotan energías, produciendo mal descanso. 

Todos estos aspectos se vuelven fundamentales para que la experiencia de descansar seguros y respaldados ayude a mejorar la calidad del sueño. 

Por Patricia Traversa
Directora del Centro de Feng Shui Profesional
Creadora del Método Feng Shui con Decodificación Ambiental