El legendario The Ocean Club de Bahamas, a Four Seasons Resort, celebra sus seis décadas renovando su compromiso inquebrantable con la exclusividad y el servicio excepcional para recibir a los viajeros más exigentes.

Ubicado en la franja norte de Paradise Island, a unos veinte minutos en auto desde Nassau, Bahamas, el resort -parte del portfolio hotelero de la cadena Four Seasons, desde el 2017- está enmarcado por mas de tres kilómetros de playa de aguas cristalinas y arena fina y blanca que se fusiona de manera armoniosa con 35 acres de jardines tropicales y otros que evocan la majestuosidad de Versalles e invitan a sumergirse en una atmósfera de privacidad absoluta.
El hotel recientemente ha optimizado algunas de sus 107 habitaciones y cuenta con suites dispuestas de manera que los huéspedes tienen la sensación de serenidad y aislamiento en medio del entorno bahameño. Una esencia que se percibe a través de los tonos turquesa y gris de una decoración que, a su vez, incluye detalles como espejos con marcos de bambú dorado y bañeras profundas rodeadas por mosaicos curvos personalizados. El suelo de baldosas claras evoca la suave y distintiva arena de las playas del destino, mientras que los muebles presentan siluetas curvas y detalles que recrean las olas del océano.
Las espaciosas suites de The Ocean Club cuentan con sala de estar y dormitorio separados, tocador y baño completo con ducha de cristal extragrande y bañera de hidromasaje; terraza o balcón privado con vistas al océano y al exuberante jardín. Además, el complejo ofrece propiedades independientes como bungalows de dos habitaciones con patio y piscina privada, y amplias villas -como casas de playa- de tres y cuatro habitaciones frente al mar: un verdadero lujo para aquellos que deseen optar por una opción exclusiva.

Dentro de las amenidades, el hotel cuenta con tres piscinas: la impresionante Oceanfront Infinity-edge, la Versailles -exclusiva para adultos-, y la Lagoon, pensada para la familia; además de centro de fitness al aire libre, seis canchas de tenis, campo de golf de 18 hoyos diseñado por Tom Weiskopf, spa con una impecable selección de servicios y una oferta de deportes acuáticos como paddleboards, paseos en barco, pesca, snorkel y parasailing.
Por su parte, como todo Four Seasons, los 
En cuanto a la gastronomía, el restaurante DUNE, del chef francés galardonado con dos estrellas Michelin Jean-Georges -situado en un acantilado con impresionantes vistas al mar-, sirve una selección exquisita de platos con base marina. El restaurante con espacio interior y exterior para disfrutar de la brisa isleña ofrece música en vivo casi todos las noches en su bar aledaño. Entre sus delicias gastronómicas se destaca la langosta fresca con trufa y el tártaro de atún con caviar. Los domingos, el brunch es un clásico imperdible: se puede disfrutar de exquisiteces como ostras y cangrejo fresco.
Las jornadas en The Ocean Club transcurren entre paseos en bicicleta de uso libre, caminatas por sus playas y jardines al mejor estilo Versalles con piezas históricas especialmente importadas de Francia como parte de un monasterio franciscano del siglo XII, y largas horas de descanso bajo las sombrillas que se despliegan sobre la arena blanca. De nuestra estadía allí nos quedan los recuerdos en sus aguas turquesas y transparentes, del invaluable confort de ser atendido por personal del hotel que está en todos los detalles, y del utópico deseo de que los días pasen lentos para disfrutar a cada momento de este rincón caribeño de ensueño.
Más información: four seasons.com/oceanclub/





