The Ocean Club, paraíso terrenal en Bahamas
El legendario The Ocean Club de Bahamas, a Four Seasons Resort, celebra sus seis décadas renovando su compromiso inquebrantable con la exclusividad y el servicio excepcional para recibir a los viajeros más exigentes.
Desde los años sesenta, The Ocean Club ha sido el refugio vacacional elegido por celebridades y jet setters. Sus playas fueron escenario del videoclip Help!, de los Beatles, testigos del casamiento de la súper modelo Cindy Crawford con Rande Gerber, y sus amenidades sirvieron de escenografía en escenas icónicas de dos películas de James Bond y en The Wolf of Wall Street.
Ubicado en la franja norte de Paradise Island, a unos veinte minutos en auto desde Nassau, Bahamas, el resort -parte del portfolio hotelero de la cadena Four Seasons, desde el 2017- está enmarcado por mas de tres kilómetros de playa de aguas cristalinas y arena fina y blanca que se fusiona de manera armoniosa con 35 acres de jardines tropicales y otros que evocan la majestuosidad de Versalles e invitan a sumergirse en una atmósfera de privacidad absoluta.
El hotel recientemente ha optimizado algunas de sus 107 habitaciones y cuenta con suites dispuestas de manera que los huéspedes tienen la sensación de serenidad y aislamiento en medio del entorno bahameño. Una esencia que se percibe a través de los tonos turquesa y gris de una decoración que, a su vez, incluye detalles como espejos con marcos de bambú dorado y bañeras profundas rodeadas por mosaicos curvos personalizados. El suelo de baldosas claras evoca la suave y distintiva arena de las playas del destino, mientras que los muebles presentan siluetas curvas y detalles que recrean las olas del océano.
Las espaciosas suites de The Ocean Club cuentan con sala de estar y dormitorio separados, tocador y baño completo con ducha de cristal extragrande y bañera de hidromasaje; terraza o balcón privado con vistas al océano y al exuberante jardín. Además, el complejo ofrece propiedades independientes como bungalows de dos habitaciones con patio y piscina privada, y amplias villas -como casas de playa- de tres y cuatro habitaciones frente al mar: un verdadero lujo para aquellos que deseen optar por una opción exclusiva.
El lobby de líneas blancas y estilo caribeño chic desemboca en el famoso Martini Bar, el spot perfecto para relajarse antes o después de la cena y donde el agente 007, caracterizado por Daniel Craig en la película Casino Royale, pide su icónico Vesper Martini. El drink es un deleite obligatorio durante la estadía.
Dentro de las amenidades, el hotel cuenta con tres piscinas: la impresionante Oceanfront Infinity-edge, la Versailles -exclusiva para adultos-, y la Lagoon, pensada para la familia; además de centro de fitness al aire libre, seis canchas de tenis, campo de golf de 18 hoyos diseñado por Tom Weiskopf, spa con una impecable selección de servicios y una oferta de deportes acuáticos como paddleboards, paseos en barco, pesca, snorkel y parasailing.
Por su parte, como todo Four Seasons, los niños pueden divertirse en las actividades de Kids for All Seasons, donde quedan supervisados por profesionales que los entretienen con una divertida programación diaria.
En cuanto a la gastronomía, el restaurante DUNE, del chef francés galardonado con dos estrellas Michelin Jean-Georges -situado en un acantilado con impresionantes vistas al mar-, sirve una selección exquisita de platos con base marina. El restaurante con espacio interior y exterior para disfrutar de la brisa isleña ofrece música en vivo casi todos las noches en su bar aledaño. Entre sus delicias gastronómicas se destaca la langosta fresca con trufa y el tártaro de atún con caviar. Los domingos, el brunch es un clásico imperdible: se puede disfrutar de exquisiteces como ostras y cangrejo fresco.
Las jornadas en The Ocean Club transcurren entre paseos en bicicleta de uso libre, caminatas por sus playas y jardines al mejor estilo Versalles con piezas históricas especialmente importadas de Francia como parte de un monasterio franciscano del siglo XII, y largas horas de descanso bajo las sombrillas que se despliegan sobre la arena blanca. De nuestra estadía allí nos quedan los recuerdos en sus aguas turquesas y transparentes, del invaluable confort de ser atendido por personal del hotel que está en todos los detalles, y del utópico deseo de que los días pasen lentos para disfrutar a cada momento de este rincón caribeño de ensueño.
Más información: four seasons.com/oceanclub/