El muralista de la naturaleza
Iván Roque es un joven artista nacido en Miami y un fiel representante de la
cultura de la ciudad. Su obra se expande por diferentes partes del país y es convocado por marcas para interpretar sus mensajes y traducirlos al arte.
Iván Roque se define como un artista cubano americano contemporáneo de la calle. Su obra es el retrato de una época y el resultado creativo de una visión que encarna conceptos universales como el nacimiento, la muerte, el tiempo, la renovación y la dinámica social. Declarado amante de Miami, por ser el lugar que lo vio nacer y porque, además, se sabe participante activo de la cultura que representa. Ivan hace murales que se multiplican por diferentes ciudades de Estados Unidos,al tiempo que es convocado por marcas como Samsung, Microsoft, McDonald’s y los Miami Dolphins para interpretar sus mensajes a través del lenguaje visual.
Nació en 1991 y se crió en Carol City. Es licenciado en Artes Visuales por la Universidad Internacional de Florida, y sus influencias van desde los antiguos maestros hasta los nuevos, como Caravaggio, Marc Rothko, Alexander McQueen, Gianni Versace y Nychos.
“Empecé a trabajar profesionalmente a los 18 años. En 2010 estudié pero principalmente aprendí con amigos artistas. Inicialmente pinté con graffiti y street art ilegal, en lugares abandonados y atrás de edificios hasta que, en 2013, hice mi primer mural y poquito a poco evolucioné mi trabajo tomando inspiración de mis raíces y cultura, además del fashion y la naturaleza”, describe.
Los murales de Roque tienen el sello de colores plenos que dan vida a imágenes de la naturaleza. “Mis obras tienen que ver con lo que está pasando en el mundo y con la comunidad en la cual estoy pintando. Pero algo que está en todas mis creaciones son las enredaderas, que muestran la conexión que tiene lo que está vivo, sus espinas representan los obstáculos que nos enseñan y nos hacen ser quienes somos; además de los animales, que son la representación de la humanidad en una forma primitiva, y las flores”, sintetiza.
A pesar de ser un artista joven, Iván está consolidado y lleva un largo camino recorrido.
Viajó a muestras en Nueva York, Dubai, Seúl, y a festivales de murales como el Sprayseemo Mural Festival y el Pow Wow Worcester. También recibió encargos de varias ciudades de Estados Unidos, como Hattiesburg, Mississippi y Janesville, Wisconsin; y expuso de forma individual en galerías y en el Museo de Arte de Coral Springs.“Me encanta pintar murales porque me da la oportunidad de viajar, conocer y conectar con la gente. Es muy bello saber que tu obra no solo es para ti sino también para el mundo. Y que no importa si eres rico o pobre, el mural pertenece a la comunidad y se convierte en un ícono del barrio”, expresa Iván.
Es un artista. Un muralista. Un joven nacido y criado en Miami, representante de su cultura. “Esta ciudad es mi hogar, mi amor y mi vida. No me veo viviendo en otro lugar. Es mi responsabilidad como creador llevar a nuestra bella ciudad a donde quiera que esté, en cualquier parte del mundo. Mi trabajo lleva su espíritu y esto siempre será así, hasta el día que me muera”, cierra, ciertamente enamorado de la ciudad del Sol. Más información:
www.ivanroque.com
@ivanjroque