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Carral Espacio, la joya imperdible de San Miguel de Allende

La galería de arte de Mariló Carral, ubicada en una antigua planta textilera convertida en el epicentro del diseño de la ciudad colonial, es el hogar del impactante catálogo de creaciones de la renombrada artista mexicana.

Por Maria Cecilia Hernandez

Mariló Carral habla como pinta. Su voz y sus historias están llenas de ritmos y melodías pausadas. Su narrativa se compone de colores intensos, brillantes y naturaleza profunda. Como su obra.

A sus 62 años y a cuarenta de haber expuesto por primera vez en una galería formal en Estados Unidos, recuerda la manera en que lo logró, teniendo solo 22 años, siendo una joven pintora autodidacta que se aventuró durante un mes a conquistar Estados Unidos, luciendo orgullosa su huipil mexicano y armada con un portafolio de 30 imágenes impresas de su obra.

Fueron 25 puertas que se cerraron en su cara durante un mes en el Este de Los Ángeles. Sin resultados y a dos días de su regreso a México, visitó las galerías de una zona distinta, Rodeo Drive, en Beverly Hills.

“Pasé por una galería pequeña, me llamó la atención que había pinturas de Chagall y Picasso. Allí me quedé por dos horas. Era como estar en un museíto para mi sola”, confiesa Mariló y recuerda que cruzó algunas palabras con el gerente de la galería a quien le contó que era pintora, que quería exhibir su obra y le entregó su portafolio. El señor le preguntó si podía esperar cinco minutos y ella le respondió: “¡Por supuesto, he esperado toda mi vida!”.

Así fue que firmó el contrato que marcaría su carrera para siempre. “Estuve ‘colgada’ junto a Picasso durante treinta años”, dice con emoción. Hoy, estrellas como Olivia Newton-John o Richard Gere e, incluso, reyes árabes, tienen obras suyas.

Mariló Carral empezó a pintar a los nueve años, de la mano de su padre, el arquitecto Javier Carral Escalante. Combinaba pigmentos naturales con agua y terminaba sus obras al óleo, una técnica desarrollada por ella ante la falta de dinero para insumos.

Su espíritu autodidacta la llevó a convertirse en la artista que hoy el gremio y el público respeta y admira. Después de tres décadas expuesta en galerías del mundo, en 2013 se radicó en San Miguel de Allende, la joya colonial mexicana considerada Patrimonio Mundial por la Unesco en 2008 y la Mejor ciudad pequeña del mundo, según los Reader’s Choice Awards de Condé Nast Traveller 2021.

En la Fábrica La Aurora, una antigua textilera convertida en epicentro del arte, el diseño y la gastronomía, Mariló posicionó su galería de autor, una experiencia estimulante en la que presenta su obra pictórica, pero también otros exitosos experimentos.

Tal es el caso de sus impresionantes sillas Acapulco reformuladas y tejidas con fragmentos ampliados de sus pinturas, ninguna igual a la otra. Allí también encontramos sus delicados experimentos de joyería única, con elementos exclusivos recolectados durante años por la misma artista en sus viajes.

Mariló nos cuenta que desde muy joven comenzó una colección de piedras y joyería vintage. “Al principio decidí empezarla cuidando cada detalle y hacerla a mano como se hacía en aquellas épocas pasadas. Me han interesado especialmente las corrientes artísticas francesas del Art Nouveau y el Art Deco así como la joyería de la India y de Asia”.

Las cajas de devoción completan su obra: altares religiosos que Mariló creó durante la pandemia para donar a hospitales con el objetivo de que acompañaran a las personas contagiadas en la soledad de su enfermedad.

“Con 40 años de trayectoria, la naturaleza sigue siendo mi fuente básica de inspiración”, sintetiza la consagrada artista.

Para mas información:

 marilocarral.art   [email protected]

Carral Espacio Gallery

Fabrica La Aurora – 9A , San Miguel de Allende, Guanajuato, México