Cap Juluca y La Samanna: la excusa perfecta para volar a Anguilla y Saint Martin, y sumergirse en el encanto irresistible de los resorts Belmond, dos de los más exclusivos y lujosos del Caribe.
A tan solo tres horas de vuelo directo desde el Aeropuerto Internacional de Miami, aterrizamos en Anguilla, un pequeño paraíso británico de aguas turquesa que se erige como el destino definitivo para quienes buscan excelencia, confort y privacidad. En este enclave, Cap Juluca, una de las joyas de la colección de resorts de lujo de Belmond, ofrece una de las playas más codiciadas de la isla, fusionando la exuberancia natural con la sobriedad de lo exclusivo en perfecta armonía.
Desde el momento en que nos dirigimos hacia el hotel, la vista de su estructura de líneas blancas, inspirada en el estilo greco-marroquí, nos cautiva. Una auténtica postal tropical que, gracias a la suave brisa y a los estanques de sal cercanos, cobra una magia inusitada: pequeñas bolas de sal flotan en el aire, creando la ilusión de una nevada de cristal en medio del Caribe.
De la mano de Andy Videla, ejecutiva en marketing de turismo y bienestar, llegamos a este santuario costero que, con sus playas de arena blanca, gastronomía de primer nivel, un flamante Spa by Guerlain y una atención personalizada sin igual, promete una experiencia de ensueño.
Alojamiento sublime
Las habitaciones, suites y villas ofrecen acceso directo a la playa, sin necesidad de ascensores ni pasillos, a solo unos pasos del mar. Este es, sin duda, uno de los aspectos más destacados de Cap Juluca. Cada una cuenta con amplios balcones-terraza con vistas privilegiadas a Maundays Bay. Los baños revestidos en mármol, los ventanales panorámicos y los patios privados invitan al relax total. Para quienes buscan mayor privacidad, las seis villas con cocinas completamente equipadas y piscinas infinitas son ideales para estancias grupales o familiares. Servicios complementarios como lavandería, una selección de almohadas para cada preferencia, bar y café en la habitación, y un concierge personal garantizan una estadía inigualable en este paraíso.
Gastronomía exquisita
La oferta gastronómica de Cap Juluca es un festín para los sentidos, con cuatro restaurantes que deleitan hasta los paladares más exigentes. Pimms, el restaurante que marcó el inicio de este resort hace treinta años, es ideal para una cena romántica, con clásicos caribeños y vistas espectaculares al océano turquesa. Para los amantes de los frutos de mar y la cocina peruana, Uchu, ubicado junto a la piscina principal, bajo la dirección del chef Antonio Sánchez Aspilcueta, es una opción imprescindible, con ceviches y tiraditos exquisitos.
A su vez, para una velada italiana, Cip’s by Cipriani ofrece lo mejor de la gastronomía italiana de alto nivel. En un tono más relajado, Cap Shack propone una oferta casual a orillas del mar, con platos rápidos y a la parrilla. Además, se pueden solicitar cenas privadas al atardecer en la playa, bajo la luz de las velas, creando un ambiente ideal para celebraciones especiales como bodas o aniversarios, con menús exclusivos adaptados a cada ocasión.
Actividades sin fin
El resort renueva constantemente su oferta de actividades, pero siempre incluye el uso libre de bicicletas, sesiones de sound bath (baño de sonido) con cuencos de cristal y una amplia gama de deportes acuáticos no motorizados como kayak, windsurf y paddleboarding.
También, un club de exploradores ofrece actividades para niños y adolescentes, mientras que los adultos pueden disfrutar de clases de tenis, cócteles, cabalgatas por la arena y degustaciones de vino y ron. Uno de nuestros momentos favoritos fue recorrer la propiedad en bicicleta cada mañana, seguido de un desayuno delicioso y una sesión de yoga en un espectacular pabellón con vistas directas al mar, guiados en esta ocasión por la reconocida instructora alemana Jessica Labesehr a través de prácticas que incluyeron meditación y charlas sobre bienestar.
Cap Juluca Spa by Guerlain
Inspirado en la filosofía de la tribu Arawak, el recientemente inaugurado Spa by Guerlain promueve una conexión armónica con la naturaleza. Con una selección curada de servicios exclusivos y realizados por profesionales capacitados por la firma francesa, el spa ofrece una experiencia multisensorial y holística que refleja la serenidad de la isla.
La impresionante arquitectura, diseñada por Rottet Studio, transporta al visitante a un majestuoso riád marroquí. Su estilo árabe se despliega por toda la propiedad, culminando en un patio central adornado con mosaicos y plantas tropicales, donde los huéspedes pueden disfrutar de infusiones antes o después de cada tratamiento.
El spa cuenta con una piscina infinita con vistas espectaculares a la bahía, siete salas privadas de tratamiento y una lujosa Suite Imperial para quienes buscan una experiencia VIP. Además, el salón de peluquería, la manicura y un encantador jardín con piscinas de distintas temperaturas completan esta experiencia de bienestar sin igual.
Durante nuestra estancia, probamos el Royal Honey Repair and Renew, un facial de hora y media que incluye exfoliación y masajes con los poderosos beneficios de la miel y otros productos curativos de Guerlain. El resultado: una piel radiante y luminosa al instante.
El salto a La Samanna, Belmond Hotel, Saint Martin
El traslado en lancha desde Anguilla hasta Saint Martin es tan encantador como el destino mismo. En solo 25 minutos de travesía, estas dos joyas caribeñas se conectan. Ya sea por avión, ferry o lancha privada, el salto de una isla a otra es una experiencia fácil y placentera.
Reconocido por Conde Nast Traveller como poseedor de uno de los lobbies más impactantes del mundo, La Samanna recibe a sus huéspedes con imponentes vistas del océano, enmarcadas por arcos blancos y un majestuoso candelabro. Situado en la exclusiva zona de Terres Basses, a apenas diez minutos del aeropuerto internacional Princess Juliana, junto a una de las playas más hermosas de la isla, el resort, con más de 50 años de historia, sigue siendo sinónimo de glamour francés, espíritu retro y sofisticación sin igual.
Desde suites con terrazas y piscinas privadas hasta villas rodeadas de exuberantes jardines tropicales, cada rincón de La Samanna está diseñado para adaptarse a los gustos y deseos de todo tipo de viajero en busca de una experiencia única y exclusiva.
Experiencias acuáticas y gastronomía sin igual
La diversión en La Samanna está garantizada. El lugar cuenta con equipamiento de buceo, sky acuático, motos de agua, hasta fly board y sea bob -un scooter acuático eléctrico que permite deslizarse a alta velocidad arriba y debajo del agua- y muchas opciones más. En nuestra estancia participamos en una actividad guiada por Ricardo Diniz, navegante solitario y autor portugués, quien nos llevó a descubrir las bellas costas de Saint Martin y Anguilla desde el mar. Mientras disfrutábamos de emocionantes deportes acuáticos, Ricardo compartía fascinantes historias de navegación y superación en altamar.
Otro de los mayores placeres de La Samanna es La Cave, su exclusiva bodega privada con vinos y rones de todo el mundo para degustaciones, cenas y talleres de puros.
Luego, haciendo honor a su espíritu francés, L´Oursin es la terraza perfecta para disfrutar de una propuesta elevada de la Riviera Franco-Caribeña. Un espacio ideal para disfrutar de la brisa nocturna de la Baie Longue Beach mientras se degusta culinaria ideada por el chef Marcel Ravin, galardonado con dos estrellas Michelin. Por su parte, La Spiaggia complementa la oferta con un toque italiano muy especial junto a la playa.
Cap Juluca y La Samanna representan lo mejor del lujo y la exclusividad, e invitan a sumergirse en la esencia más pura del Caribe. Un destino donde la belleza natural, el confort y la sofisticación se combinan para crear una experiencia única e inolvidable.+ belmond.com
Imágenes cortesía de Cap Juluca, a Belmond Hotel Anguilla y La Samanna, a Belmond Hotel St Martin