Holbox, La Isla Bonita
Ningún placer se compara con el que produce viajar. Y si el destino reúne mar turquesa, arena fina y dorada, silencio en convivencia con la más vasta vegetación, buena bebida y gastronomía autóctona, la postal se traducirá -indudablemente- en disfrute asegurado.
Es sabido: las playas de México están consideradas dentro las mejores del mundo. Cancún, Playa del Carmen y Tulum destacan como los destinos elegidos por la mayoría de los viajeros que llegan al país azteca. Pero lo cierto es que su oferta de playas espectaculares no termina en los lugares más conocidos.
Al norte de Cancún, en Quintana Roo, en la cima de la península de Yucatán y entre las aguas cálidas del Caribe y las más bravas del golfo de México, se encuentra un paraíso menos nombrado pero que no tiene absolutamente nada que envidiar a sus vecinos.
Se trata de Holbox, una acogedora y pequeña isla enclavada en la reserva ecológica Yum Balam, declarada Área de Protección de Flora y Fauna. Un destino en el que basta con poner un pie para desacelerar el ritmo y entregarse a su atmósfera bohemia. Allí, desconectarse de internet es casi obligatorio, y tener señal una rareza. Holbox es escenario de pictóricos atardeceres y calles sin pavimentar rodeadas de coloridas casas de madera. El uso de automóviles no está permitido, y sólo es posible recorrer los 40 kilómetros que componen la isla mediante carritos de golf o bicicletas.
Al llegar, una a una van cayendo las convenciones más arraigadas. En Holbox es posible entregarse a caminar descalzo por rústicas callecitas, y llegar a las aguas transparentes que parecen emerger tras cortinas de imponentes palmeras. Los outfits no importan, los modales se modifican, el ritmo encuentra otro cauce y las decenas de fachadas convertidas en murales hacen de la isla un escenario perfecto para tomar las mejores placas de Instagram.
CÓMO LLEGAR
Autobus. Existen diferentes formas de llegar a Holbox. La opción más económica es viajar en el autobús público. Sale desde la estación de Cancún y, 3 horas y media después, llega al puerto de Chiquilá. Desde allí es necesario tomar un ferry de 15 minutos (salen cada media hora) para llegar finalmente a la isla.
Auto. Al igual que con las rutas de autobús, lo más lejos que se puede llegar con auto es hasta el puerto de Chiquilá, donde los locales ofrecen estacionamiento a los turistas para dejar los vehículos en terrenos privados por el tiempo que dure la estadía en Holbox. Si el recorrido se inicia en Cancún, serán dos horas por tierra, más los 15 minutos del ferry.
Avión. Otra manera más costosa pero que además de acortar los tiempos ofrece una experiencia de vista increíble, es ir en avión charter. Hay disponibilidad de vuelos desde los aeropuertos de las ciudades más cercanas como Cozumel, Mérida, Playa del Carmen o Cancún.
DÓNDE ALOJARSE, nuestros recomendados
Las opciones para alojarse en Holbox tienen un denominador común: en todas la protagonista es la naturaleza pero a la hora de planificar dónde quedarse será importante tener en cuenta si se elegirá un lugar kids friendly o no.
Villas HM Palapas de Mar. Si la experiencia es con chicos, el hotel Villas HM es ideal. Está ubicado sobre la playa y ofrece una experiencia en la que cada integrante de la familia encontrará su espacio para relajarse. El hotel cuenta con diferentes regímenes de alojamiento que van desde solo desayuno buffet hasta un servicio all inclusive premium. Cabañas con techo de palmeras dispuestas en torno a una piscina que, rodeada de tumbonas y con un bar prácticamente integrado, funciona como epicentro del Villas HM. A su vez, el hotel tiene otra pileta infinita en el rooftop y muchas de las habitaciones de las palapas en planta baja cuentan con una pequeña alberca (así se llama a las piscinas en Mexico) privada e integrada.
El Sky Bar del hotel, un spot idílico para disfrutar del mágico atardecer mexicano, se transforma por las noches en Tamashi, una propuesta de sushi y cócteles en la que suelen haber DJ sets. Dentro del menú, sobresalen el nigiri de salmón, la tempura de gambas, el sashimi de atún y el ceviche fresco.
En tanto, el restaurante principal ofrece desayuno, almuerzo y cena de típica cocina mexicana.
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Hotel Casa las Tortugas. Ahora bien, si el viaje está pensado como una escapada romántica o entre amigos, este hotel boutique de diseño impecable en el que cada detalle está pensado para aportar al viajero una combinación exacta de lujo, relajación y bienestar, es el ideal. Las habitaciones frente al mar ofrecen la posibilidad de amanecer con el sonido del océano y salir descalzo para sentir la arena bajo los pies. El Agua Spa de Casa las Tortugas ofrece tratamientos de belleza, clases de yoga, meditación con cuencos tibetanos y ceremonias con chamanes tradicionales. El hotel cuenta además con tres restaurantes a los que es posible ir sin la necesidad de estar alojado en el mismo:
- Mandarina, ubicado al lado de la playa, es reconocido por la calidad de sus alimentos. Ofrece cocina fusión de sabores mediterráneos, sudamericanos, caribeños y mexicanos.
- Luuma es un bar y restaurante ideal para disfrutar de la noche caribeña, pasando un momento distendido en una especie de jardín secreto con piso de arena y bajo las estrellas. Además se puede acceder a la boutique de ropa y accesorios Le Bazaar, que permanece abierta hasta altas horas de la noche para que los turistas hallen el souvenir perfecto dentro de una selección curada de diseño mexicano y de todas partes del mundo.
- Ama, ubicado arriba de Mandarina, en una hermosa terraza con vista al mar, ofrece tanto gastronomía japonesa y sushi bar de mariscos y pescados locales como así también cócteles basados en ingredientes mexicanos y orientales.
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Holbox es una experiencia tropical completa. A sus alrededores habitan aves exóticas y en peligro de extinción, y el mar está colmado de una encantadora fauna entre la que abundan los delfines, las tortugas y hasta es posible encontrar al pez más grande del mundo: el tiburón ballena, que llega cada verano y se convierte en un espectáculo para el turismo.
La isla ofrece excursiones a Punta Mosquito, una playa virgen de más de treinta kilómetros llena de flamencos, el Tour de las Tres Islas para avistar una gran variedad de aves en su hábitat natural, sumergirse en un cenote; o hacer snorkel en Cabo Catoche, la punta del litoral mexicano, el lugar mágico en el que océano Atlántico y el mar Caribe se encuentran. Ver el fenómeno nocturno de la bioluminiscencia en Punta Cocos es otro de los atractivos que se pueden disfrutar casi durante todo el año.
Holbox es una experiencia de conexión, un oasis rústico para todo aquel que quiera bajar su ritmo y disfrutar de cada uno de los sentidos. Un destino para querer volver, siempre.