¿De qué hablan los síntomas de la casa?
Las cosas que ocurren en cada casa son reveladoras. En esta nota, Patricia Traversa, directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional, ayuda a descubrir el lenguaje simbólico del hogar.
Nos pasamos gran parte de la vida en nuestras casas, trabajando, disfrutando con amigos, descansando, en familia, viendo crecer a nuestros hijos. Proyectamos y plasmamos un universo inconsciente, el de nuestros deseos, miedos, creencias y patrones de pensamiento. Cuando tomamos conciencia de que nuestro hogar es espejo de nuestro mundo interior más profundo y menos evidente, solemos sorprendernos de lo que tiene para contarnos.
En el trajín cotidiano, muchas veces naturalizamos o trivializamos algunos síntomas o avisos que nos da nuestro hogar y que son la expresión de nuestras emociones y circunstancias. A través del Feng Shui y la Decodificación Ambiental, luego de años de ingresar a tantísimas viviendas, Patricia Traversa ha detectado patrones ambientales y su correlato con el plano emocional de los habitantes. En este proceso de conexión con su hábitat, muchas personas redescubren su casa como una maestra, una aliada para el autoconocimiento. A continuación algunas de estos síntomas frecuentes y su significado.
Puerta de entrada: Representa el presente. Desde la sabiduría del Feng Shui, entendemos que es la boca del Chi (energía vital) por donde ingresa la energía a la casa. Si se ha trabado la cerradura y no podés ingresar o salir, es bueno preguntarte qué situación estás viviendo que hace que no quieras regresar a tu hogar o salir de él. Estas manifestaciones siempre tienen relación con el contexto presente.
Ventanas: Son los ojos de la casa. Representan el modo en que estamos viendo la realidad externa. Si en algún momento un vidrio del ventanal se raja o se rompe, entonces es preciso pensar si hay alguna dificultad para ver y aceptar alguna situación.
Plantas: Ellas representan nuestra capacidad de crecimiento: las plantas sanas son excelentes activadoras del Sheng Qi o energía positiva. Entonces, ¿por qué se enferma una planta y otra no? Esta respuesta nos la puede aportar el lugar en el que se encuentra. Por ejemplo, si regás en exceso, pudrirás las raíces, quitando el oxígeno a la planta. Si esa planta está en el área Sur, vinculada con el reconocimiento según el Feng Shui, podés preguntarte si no te estás autosaboteando el merecimiento a ser reconocido. Sí, por el contrario, las plantas se secan porque te olvidas de regarlas, cabe preguntarse ¿por qué no estás proporcionando recursos vitales a tus aspiraciones de crecimiento? La respuesta siempre es personal y está ligada al tiempo que ocurre.
Humedades: Si en algún lugar de tu casa ha aparecido una humedad, es necesario que analices en qué área de tu vida estás sintiendo una emoción de frustración. Las manifestaciones de la casa son una oportunidad de aprender de la situación y preguntarte ¿qué puedo hacer al respecto? Se trata de identificar el área de la vida para poder abrir caminos que te lleven a estar en plenitud.
Fugas de agua: Cuando hay filtraciones o pérdidas de agua en grifería se trata de emociones de los habitantes de las cuales no están conscientes y que se manifiestan para ser vistas. La casa se hace eco. Es importante poder checar en uno mismo cuáles son esas emociones que no estamos pudiendo gestionar y agradecer a la casa que las expresa en lugar de hacer síntoma en nuestro cuerpo.
Desorden: La vida es dinámica y el desorden es parte de ella, pero cuando el desorden está naturalizado, ya sea en general o en algún ambiente en particular, esto muestra algo interno sin resolver. Ordenar nos ayuda a clarificar y nos obliga a soltar lo ocioso: ya sean objetos como preocupaciones o asuntos pendientes.
Desperfectos eléctricos: Cuando en la casa hay cortocircuitos, se queman electrodomésticos o lamparitas, hay especialmente una energía Yang con sobrecarga. La casa absorbe y expresa un estrés sostenido. ¡Es momento de buscar estrategias de manejo saludable del estrés!
Una casa puede manifestar diversidad de síntomas, estos son solo algunos. A través de la decodificación de este lenguaje espacial y simbólico podemos tomar consciencia de asuntos no tangibles, incluso ancestrales, que estamos proyectando a nuestro alrededor sin darnos cuenta y que se materializan con el poder de nuestro subconsciente. Solucionar los temas en el plano material de la casa es una manera de afirmarle al universo nuestra decisión de soltar amorosamente mandatos y creencias que no nos hacen felices. Tu casa es tu reflejo, y te moldea en tu modo de estar. Hay que prestarle atención, escucharla para escucharte, cuidarla para cuidarte. Y siempre agradecerle por los aprendizajes que te invita a transitar.