Jordi Mollà: un hombre, todas las artes
El actor Jordi Mollà estrena un documental sobre su amistad con el empresario y
artista Domingo Zapata, y cómo el vínculo potenció su pasión por el arte.
Cuando le preguntamos a Jordi cómo se ve en un futuro, no dudó en responder que no se ve. Y es que esa libertad para vivir siguiendo su brújula interna forma parte del ADN que lo llevó a ser el artista multifacético que es. Porque Jordi Mollà es el actor que trabajó en películas taquilleras como Blow junto a Johnny Deep o para Almodóvar en Jamón Jamón, junto a Antonio banderas; pero también es escritor, director y el hombre que pinta cuadros desde joven, sin una técnica definida pero dando lugar a llevar al bastidor las imágenes que su mente elija recrear. Hoy, su arte queda otra vez de manifiesto a través del estreno del documental The Private Lives of Jordi and Domingo, basado en su vida y la de su amigo Domingo Zapata.
Este contenido, filmado en la paradisíaca isla de Mallorca, producido por Publikro London y dirigido por el guionista Giuseppe Ferlito, ofrece un retrato íntimo de Jordi Mollà y el artista Domingo Zapata: fragmentos de su amistad a lo largo de los años y su búsqueda en común por crear y compartir el arte.
“Domingo y yo siempre quisimos hacer un documental sobre nuestra relación y sobre cómo es nuestra vida, para estimular a otros artistas, a la gente joven”, se entusiasma Jordi al contar el motivo que lo llevó a dar vida a este filme de 40 minutos de duración, que tendrá su premiere el 23 de Noviembre en el Faena Hotel Miami Beach.
La amistad entre Jordi y Domingo comenzó hace 15 años, en Los Ángeles. Zapata, un
hombre de negocios, encontró su propósito a través de la creación de llamativas piezas neoexpresionistas que recibieron elogios internacionales y lo llevaron a su consagración como artista. Mollà, por su parte, estableció una carrera como actor, director y escritor internacional, protagonizando películas aclamadas por la crítica. La relación entre ellos significó un puente hacia la creatividad.
Además de estar abocado al estreno de su documental, Jordi exhibirá sus pinturas en la semana de arte de Miami Beach. “Empecé a pintar con 26 años. A veces hacía películas y no podía seguir, pero el arte siempre estaba ahí, como un instinto. El cuerpo me pide pintar. No tengo un estilo marcado, hago cosas diferentes porque sino me aburro”, retrata Jordi desde su casa y atelier en Miami, y cuenta que también ha lanzado un coffee table book para coleccionistas, titulado Jordi Molla All Rights Reserved, con imágenes de su vida y obras creadas en Miami durante el confinamiento por la pandemia.
Aquellos que disfrutan de las historias inspiradoras, se verán conmovidos por The Private Lives of Jordi and Domingo: un retrato íntimo de una amistad entre dos hombres movidos por la misma pasión.